Los gobiernos no quieren Bitcoin.
--
La realidad de la adopción es otra.
Después de 2 años de mercado bajista el precio de bitcoin volvió a llegar (brevemente)a un nuevo máximo histórico en diferentes plataformas, con estos sucesos en general vienen los mismos debates, pero creo que uno de los más repetitivos es la posibilidad de que los gobiernos adopten Bitcoin.
Bitcoin está diseñado contra los gobiernos.
No es casualidad que la red Bitcoin funcione de la manera en la que funciona desde su concepción, sus cualidades técnicas le permite funcionar sin ningún gobierno, pero otra manera de verlo es que puede funcionar aun en contra de los deseos de los gobiernos del mundo.
Esto es particularmente importante porque los gobiernos han monopolizado un gran poder económico a través del control de la moneda, de hecho el desarrollo tecnológico de las finanzas solo han afianzado este control, cada día el dinero digital tiene mayor dominancia en la economía, la consecuencia obvia de esto es que la custodia del dinero se mantiene en manos terceros, en otras palabras instituciones financieros se encargan de colocar condiciones a tu dinero, quizás sea una manera extremista de expresarlo, pero cuando un banco te dice como, cuando, y donde puedes usar tu dinero no hay realmente una manera diferente de expresarlo.
En contraste esta Bitcoin, un sistema sin terceros, que te otorga tal nivel de control que puedes no solo custodiar tus fondos, sino también ejercer cualquier acción que requiere al control sobre los mismos, incluso puedes ser tu mismo el que verifica tus transacciones, todo esto sumado a que es un sistema global, que viaja tan lejos como el internet lo permita, y sin embargo más lejos aun con ciertos avances, visto de esta manera se puede considerar una antítesis del sistema tradicional.
¿Los gobiernos no están interesados en Bitcoin?
A los gobiernos les interesa el dinero digital, que no es lo mismo que estar interesado en Bitcoin, la digitalización de las finanzas ha permitido que las instituciones tengan una mayor supervisión sobre las conductas de consumo de la población, aunado a esto se facilita los pagos internacionales, y se facilita en cuanto a logística (en teoría) el alcance de los servicios financieros a un mayor porcentaje de la población.
Obviamente no todo son virtudes, esto también viene con un costo, el principal es la perdida de la privacidad y el anonimato, tus transacciones se han vuelto un base de datos para cualquier empresa y también para el gobierno, actualmente en este sistema financiero moderno es muy fácil detectar nuevas fuentes de impuestos, y aunque no tengas nada que ocultar, piensa en lo cómodo que te sentirías sabiendo que hay personas que conocen todas transacciones.
Cuando llegamos a Bitcoin podemos ver que claramente esto representa un inconveniente para los gobiernos, Bitcoin no es 100% anónimo realmente, pero cuenta con herramientas para ser aumentar su anonimato, se pudiera decir que la principal preocupación de los gobiernos sería el uso de esta herramienta para financiar actividades ilícitas, pero podemos estar seguros de que los impuestos ocupan una enorme porción de la atención de los gobiernos.
Aunque no te confundas, en determinada circunstancia un gobierno puede aprovecharse de las virtudes de Bitcoin, tenemos los ejemplos de Corea del Norte, Irán, y Venezuela, en este caso Bitcoin se vuelve un actor geopolítico, porque al mismo tiempo que beneficia a estos países, perjudica a aquellos que los vetan financieramente, sin embargo así como vemos que lógicamente se aprovechan de estas cualidades, no abrazan la idea de que la población lo adopte en general, al menos no de una forma libre y anónima, la ley no escrita es que el estado no delega el poder monetario.
El sistema tampoco es compatible.
Paralelamente a los juegos de poder, hay otras razones para que los gobiernos no adopten bitcoin. El sistema económico actual (que no está sujeto a cambios) no es compatible con Bitcoin, entre todas las razones se puede destacar el hecho de que Bitcoin es finito, no hay posibilidades de crédito con el sistema de reservas fraccionarias, además de esto también está el hecho de que el suministro de Bitcoin ya está planificando, de manera que tampoco se puede ampliar la base monetaria para incentivar el consumo, y tampoco el gobierno puede cubrir su déficit emitiendo más moneda.
el sistema de precios también sería muy diferente, en una economía “Bitcoinizada” los precios siempre buscarían unidades más bajas, y contando con que tenemos un suministro limitado, llegaría un punto en que no quedarían unidades menores, además de que el costo de la transacción sería mayor al precio del producto que se estaba comprando, efectivamente esto se soluciona con opciones de segunda capa como Lightning Network, pero esto es absolutamente innecesario, los consumos se pueden hacer sin ningún problema según su equivalente en otras monedas, se ha estado haciendo por varios años sin mayores inconvenientes.
Bitcoin es el dinero de los particulares.
Los gobiernos del mundo no van a volcarse a cambiar el uso de sus monedas nacionales por Bitcoin, la buena noticia es que no es necesario tampoco, cada usuario que empiece a usar Bitcoin estará agregando un elemento adicional al efecto de red, es cierto que por ahora está creciendo en coexistencia con el sistema financiero internacional, pero esto es momentáneo, el futuro siempre es incierto, pero podemos estar seguros de que la adopción no es a través de los gobiernos.